Economia

el mercado ve útil la medida para reforzar reservas, aunque con efecto limitado

Cómo acceder al dólar desde el lunes y qué cambios habrá en las compras con tarjeta en el exterior

El Gobierno nacional se encuentra afinando los detalles de una nueva regulación que promete convertirse en una de las noticias más relevantes de la semana en el ámbito financiero. Se trata de un cambio normativo que habilitará un uso más libre de los dólares, sin la carga que implica justificar su procedencia. Este nuevo marco legal, según analistas del sector, podría alentar un mayor volumen de depósitos en moneda extranjera, lo cual, a su vez, contribuiría a reforzar las reservas del país. No obstante, advierten que su impacto podría verse restringido por el contexto político-electoral actual.

Durante los últimos días, el propio ministro de Economía, Luis Caputo, brindó un ejemplo ilustrativo sobre el régimen vigente. Contó el caso de un empresario que intentó transferirle 750.000 pesos a su esposa, y al hacerlo, el banco le exigió documentación sobre el origen del dinero. Este caso refleja cómo, bajo la normativa actual, las entidades financieras deben reportar operaciones sospechosas si consideran que los fondos no tienen un respaldo claro, elevando un ROS (Reporte de Operación Sospechosa) a las autoridades.

En esta línea, el presidente Javier Milei explicó que con el nuevo esquema, los ciudadanos podrán utilizar sus dólares sin que deban responder por su origen. “Podés usar tus dólares tranquilo, nadie te va a pedir explicaciones. Vas a poder usar el dinero sin dejar tus huellas”, señaló en una entrevista reciente. Por su parte, Federico Furiase, integrante del directorio del Banco Central, subrayó que esta política será clave para lograr una remonetización de la economía, promoviendo el crecimiento sin necesidad de emisión monetaria y bajo una lógica de equilibrio fiscal.

Una normativa con respaldo institucional

El marco que se presentará tendrá como eje las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), entidad que vela por el combate al lavado de dinero y al financiamiento de organizaciones terroristas. En su elaboración participaron el Ministerio de Economía, el Banco Central, la Agencia Federal de Ingresos Públicos y Aduana (ARCA) y otras dependencias legales del Ejecutivo.

El abogado tributarista Diego Fraga anticipó que se tratará de una flexibilización de los controles por parte de ARCA, probablemente en operaciones de hasta 100.000 dólares. Considera también que se suprimirán o elevarán ciertos umbrales en los regímenes informativos que obligan a bancos y otros agentes a reportar operaciones al fisco. Según Fraga, incluso podría presentarse un proyecto legislativo para dar mayor certeza jurídica a la nueva normativa.

Opiniones desde la City: entre expectativas y cautela

Desde el ámbito privado, varios especialistas ven con buenos ojos la iniciativa. Alejandro Bianchi, fundador del sitio AsesorDeInversiones.com, destacó que esta flexibilización podría incentivar una mayor circulación de dólares en el mercado interno. Considera que permitirá que fondos que no tienen un origen ilícito —y que en otros países no implican infracción alguna— se incorporen al sistema formal de manera accesible para ciudadanos comunes. Para Bianchi, quienes han conservado dólares fuera del sistema por temor a medidas confiscatorias del Estado, ahora podrían utilizarlos para invertir, comprar bienes o colocarlos en entidades financieras.

Entre los beneficios potenciales para el Estado, menciona el aumento de depósitos en dólares, lo que reforzaría las reservas y abriría la puerta a nuevas herramientas de financiamiento interno. Sin embargo, advierte que para que eso ocurra plenamente, se requeriría una revisión de aspectos claves de la ley penal cambiaria.

En la misma línea, Diego Martínez Burzaco, Country Manager de Inviu, sostuvo que cualquier política que busque atraer dinero actualmente fuera del circuito formal puede ayudar a dinamizar la economía, generando nuevas oportunidades de inversión y ahorro. Pero también hizo una advertencia importante: el éxito de la medida dependerá del nivel de confianza que los ciudadanos tengan en las instituciones. En un año atravesado por elecciones, es incierto si quienes guardan dólares “bajo el colchón” estarán dispuestos a reintroducirlos al sistema sin temor. Según explicó, podría pasar algún tiempo entre el anuncio oficial y la aparición de señales concretas de reactivación en el uso de esos fondos.

Martínez Burzaco agregó que el efecto podría verse a corto plazo, pero que también es posible que haya una demora hasta que se genere la confianza necesaria para que esos recursos circulen libremente. Además, planteó que hay que considerar si los ciudadanos estarían dispuestos a destinar esos ahorros a consumos no esenciales o inversiones estratégicas en el contexto actual.

Otro punto de vista lo aportó el economista Juan José Bano, quien sostuvo que parte de los dólares que están fuera del sistema ingresarán al circuito financiero, lo cual contribuiría al aumento de las reservas gracias a una mayor oferta de divisas. Estimó que este efecto, junto con la liquidación de divisas del sector agroexportador, podría estabilizar el mercado cambiario en las próximas semanas. A su entender, el impacto será “muy positivo o al menos levemente positivo”, dependiendo de cuánto dinero efectivamente se canalice.

Un nuevo flujo hacia el sistema financiero

Los especialistas coinciden en que permitir el ingreso de dólares no declarados al sistema formal podría tener un efecto notable en la liquidez del mercado. Gabriel Bagattini explicó que esto beneficiaría especialmente al sector bursátil, con mayor volumen operado en bonos soberanos, obligaciones negociables, acciones y fondos comunes de inversión. Además, esta mayor disponibilidad de fondos podría reducir la necesidad de ofrecer altos rendimientos para captar inversores, lo que implicaría una baja de tasas y una mejora en los spreads de negociación, aumentando la eficiencia del mercado.

Bagattini también consideró que si estos fondos se direccionan hacia instrumentos como bonos duales, ajustables por CER o dólar linked, podrían servir al Gobierno como fuente de financiamiento sin recurrir a las reservas del Banco Central. A su vez, la inyección de capital dolarizado informal podría traducirse en un crecimiento de la capitalización bursátil y una diversificación más amplia de quienes participan en el mercado.

Este nuevo escenario también abriría la puerta a que pequeños y medianos ahorristas, hasta ahora excluidos del sistema formal, puedan comenzar a operar legalmente, expandiendo la base inversora. Si la demanda crece, las empresas privadas podrían encontrar mejores condiciones para emitir acciones o deuda, revitalizando así el financiamiento por vía del mercado de capitales. Finalmente, Bagattini consideró que esta reactivación también podría alcanzar segmentos de baja liquidez, como los fideicomisos financieros, productos pensados para PyMEs o vehículos de inversión ligados a la economía real.

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