En Tucumán, los controles de tránsito se han vuelto una rutina habitual que, especialmente durante los fines de semana, arroja resultados contundentes. Estos procedimientos, ejecutados por las fuerzas de seguridad provinciales, han derivado en la retención masiva de motocicletas, evidenciando un amplio nivel de infracciones a la Ley Nacional de Tránsito.
Una vez secuestrados, los vehículos de dos ruedas son trasladados a distintas dependencias policiales o directamente al predio central de la Dirección de Seguridad Vial, ubicado en Lastenia. La confiscación de estos rodados no sólo tiene un objetivo sancionatorio, sino que también cumple una función de reordenamiento institucional: las comisarías, que muchas veces estaban saturadas de motos abandonadas cubiertas de suciedad y polvo, se liberan de esa carga, transformándose en espacios más limpios y funcionales. Esta reestructuración también tiene un impacto positivo en el entorno urbano, ya que mejora la imagen de las sedes policiales y evita la acumulación de chatarra que afecta visual y ambientalmente a los vecinos.
Según informó el Comisario Inspector Héctor Lazarte, actual director de Seguridad Vial de la provincia, en el predio de Lastenia se encuentran actualmente almacenadas unas 14.000 motos y cerca de 40 automóviles, todos secuestrados en distintos operativos. Los dueños de estos vehículos cuentan con un período de hasta 60 días para presentar la documentación correspondiente y regularizar su situación. Si no lo hacen dentro de ese plazo, los rodados pasan a quedar bajo el control de la administración pública, que puede decidir su destino: en muchos casos son compactados, y en otros, pueden ser entregados a municipios y comunas para ser reutilizados en actividades logísticas.
En el transcurso del año, se suelen organizar entre dos y tres jornadas de compactación vehicular. Estas acciones están enmarcadas en el programa nacional PRODECO y, en cada una de ellas, se destruyen cerca de 2.000 motocicletas. La próxima operación de este tipo está prevista para el mes de julio, con lo cual se continuará avanzando en una estrategia sostenida que busca resolver un problema crónico en Tucumán: el elevado número de motos retenidas por infracciones y la dificultad de su recuperación por parte de los propietarios. Esta problemática sigue siendo motivo de discusión entre autoridades y ciudadanos, tanto por sus implicancias legales como por su impacto social.