EL CALAFATE.- Por falta de quorum, se suspendió la sesión ordinaria en la que hoy el oficialismo provincial iba a aprobar la reforma judicial que tiene como objetivo principal restituir el cargo de Procurador General y reponer al Eduardo Sosa, quien fue destituido de su puesto hace 30 años por una ley impulsada por Néstor y Cristina Kirchner.
Fuentes oficiales de la Legislatura confirmaron a LA NACION que la sesión quedó suspendida por falta de quorum. El bloque oficialista no concurrió al recinto, dado que varios legisladores se encontraban en el norte de la provincia en las actividades de cierre de campaña, en tanto que sí estaban en las bancas los diputados kirchneristas y el diputado del ARI-CC, Pedro Muñoz.
La ajustada mayoría con la que cuenta el bloque del gobernador Claudio Vidal obligó al oficialismo provincial a recalcular, ya que se ponía en riesgo la aprobación de la reforma.
Solo pasaron dos semanas desde que el gobernador Vidal anunciara de manera sorpresiva el proyecto para cambiar la ley orgánica de la justicia y reponer en el cargo a Sosa, quien durante años reclamó en soledad por el desplazamiento inconstitucional del cargo al cual nunca fue restituido pese a los fallos a su favor de la Corte Suprema Justicia.
El anuncio de Vidal, — una de las acciones de mayor voltaje político desde que asumió- se dio en el medio del sismo que sacude al Poder Judicial de Santa Cruz generado a partir de la ampliación del Tribunal Superior de Justicia, resistido por el sector identificado con el kirchnerismo.
Dos opciones se barajan ahora para aprobar la reforma que después de tres décadas repondría a Sosa en el cargo: una convocatoria a sesión especial para la semana próxima o bien en la próxima sesión ordinaria prevista para el 13 de noviembre.
La resistencia kirchnerista
Jueces y fiscales de alto rango, que fueron nombrados durante los gobiernos kirchneristas, desconocen el nombramiento de cuatro nuevos vocales, la presidencia en el Tribunal Superior de Justicia de Daniel Mariani y cuestionan que se vuelva a crear el cargo de Procurador General de Justicia y la inminente reposición de Sosa en el cargo, en lo que consideran que tuvo “trámite exprés” en la Legislatura.
El gobernador Claudio Vidal saluda a Sergio Acevedo, minutos después que el exgobernador jurara como vocal del Tribunal Superior de Justicia.Prensa Santa Cruz
Para Vidal, la acción busca “saldar una deuda histórica de la Provincia de Santa Cruz y a restablecer la plena vigencia de la supremacía constitucional gravemente menoscabada por el incumplimiento de mandatos judiciales”, según expresó al enviar el fallo a la Legislatura.
El proyecto, que modifica artículos de la Ley N° 1600, llegó al recinto con despacho favorable de comisiones y con los plazos reglamentarios cumplidos. De concretarse, Santa Cruz pondrá fin a una controversia judicial de tres décadas al cumplir con los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hasta ahora desoídos.
El derrotero de Sosa
Sosa ejerció funciones al frente de la Procuradoría General de Justicia entre 1990 y 1995, cuando una reforma judicial -promovida por Néstor Kirchner con el aval de los diputados justicialistas encabezados por Cristina Kirchner,- desdobló el cargo en dos — jefe de fiscales y de defensores- y a Sosa lo dejaron afuera a Sosa sin respetar el principio de inamovilidad de los jueces.
El abogado llevó su causa hasta la Corte Suprema, que ordenó en numerosas oportunidades la reposición en su cargo, pero el gobierno de Santa Cruz nunca acató el fallo. Incluso la Corte hizo responsable al entonces gobernador Daniel Peralta del cumplimiento de la disposición en un plazo inferior a los 30 días, le iniciaron una causa y terminó con una condena contra el exgobernador. Hoy Peralta es diputado, se alejó del kirchnerismo, tiene bloque propio y su voto hoy puede ser decisivo.
En estos treinta años Sosa continúo con su vida, mientras seguía los avatares de la causa y ejercía la abogacía de manera privada, nunca perdió la moderación en sus declaraciones, y las veces que se expresó en público sobre su caso, siempre fue con firmeza y resolución: su lucha siempre fue por la institucionalidad.
En los últimos días, trascendió que el actual gobernador, días antes de asumir en el cargo, le pidió una reunión en la que le pidió disculpas a Sosa. “El me manifestó su voluntad de reparar las deficiencias y me pidió disculpas en nombre del cargo que iba a asumir, por el daño que me habían hecho. Y yo le dije que en caso que se produjera una vacante en el cargo del que me habían expulsado, yo aceptaría para participar de esta reparación institucional”, detalló Sosa.

