Ocho llegadas contra una de Bolivia, pero el 0-0 no se quebró en el primer tiempo. ¿Y qué hubo? Silbidos. Una catarata de abucheos despidió a Brasil cuando apenas habían pasado 45’ del debut en esta Copa América.
¿Impaciencia? No: eso se llama presión. Porque luego del Mundial 2014 que se les fue de las manos y que incluyó un 1-7 que será recordado por los siglos de los siglos, los brasileños sienten que este certamen no se les puede ni debe escapar.
Por eso es que el Morumbí envió un mensaje y la Verdeamarela lo entendió rapidito, al punto que en siete minutos del ST se sacó una mochila y se puso la otra: la de candidato.
Llegan los goles
Dos goles de Coutinho enderezaron la nave y el golazo de Everton selló una goleada para este equipo que no deja Tite con cabeza…
Fue la primera vez que Brasil sintió la ausencia de Neymar. Porque el local desplegó todo su repertorio de variantes a la hora de intentar quebrar a un rival que – como ya es una costumbre- sale replegado y soñando con una contra que casi nunca llega.
Bueno, eso plasmó Bolivia en el campo y le salió bien aunque sólo en el PT, cuando los de Tite avanzaban por las bandas con la velocidad de Neres y Richarlison, con un Firmino que bajaba y se sumaba a la zona de volantes, pero que les faltaba un jugador que rompiera el molde de un partido cerrado. Y todo porque Coutinho estaba en modo Barcelona: no daba la cara ni se mostraba.
Sin embargo, la impaciencia del público fue un llamado de atención para todos. Y todo lo que les costó horrores al principio se volvió fácil para Brasil en la segunda parte luego del penal del 11 -a instancias del VAR, bien pitado por el argentino Pitana– y del cabezazo propio que llegó al toque.
Ahí se rompió el partido. Porque a Bolivia se le quemaron los papeles y porque la Verdeamarela aprovechó su dominio en cuanto a la posesión para seguir buscando.
Y sin sufrir abajo logró encontrar el 3-0 final con el ingresado Everton para dejar en claro que le puede faltar el juego bonito pero que le sobra espalda para llevar la mochila de candidato.
FUENTE: Olé