Podría comprender los pasivos que tienen un ingreso mensual de por lo menos $74.810 netos.
Si se aprueba tal como está, el proyecto de ley del Gobierno referido a Ganancias provocará que un grupo de jubilados pague el impuesto a partir de haberes mensuales muy inferiores a los ingresos de los asalariados que quedarán alcanzados por la carga fiscal; concretamente, algunos pasivos seguirán tributando si tienen un ingreso mensual de por lo menos $74.810 netos (sin aplicar deducciones por familiares). Y, así, quedarán en una situación de desventaja en el esquema impositivo, aun cuando en la Justicia hay varios fallos que afirman que no deberían tributar.
La iniciativa presentada por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, busca disponer que rija una deducción especial para que los asalariados con remuneraciones mensuales de hasta $150.000 queden liberados del impuesto. En esa cláusula del proyecto no están incluidos los jubilados y pensionados, con lo cual para ellos seguirían rigiendo los valores actuales, en los casos en los que no se cumpla con las condiciones requeridas para acceder a una deducción que es exclusiva para los ingresos de los pasivos.
Desde 2017 y por efecto de la ley 27.346, rige una deducción específica, que tiene como efecto que los pasivos no tributen si tienen un ingreso mensual de hasta un monto equivalente a seis haberes mínimos, pero siempre que cumplan con una serie de requisitos. Si no se dan las condiciones establecidas, los ingresos quedan alcanzados por el tributo según las reglas generales de la ley (este año, por ejemplo, la aplicación del impuesto es a partir de un ingreso neto mensual de $74.810, si no hay informadas deducciones por gastos o familiares a cargo).
El texto que está bajo análisis en Diputados propone elevar esa referencia del menor ingreso alcanzado para llevarlo de seis a ocho haberes mínimos. Eso subiría el haber más bajo a partir del cual se tributa de $123.429 a $164.571 para los meses de marzo, abril y mayo (en junio vuelve a haber un reajuste de haberes). Sin embargo, no todos los jubilados estarían alcanzados por ese mínimo especia, sino solamente, como ya se explicó, los que cumplan con las condiciones que establece la ley vigente y que la versión original del nuevo proyecto no prevé modificar: concretamente, no se debe percibir dinero de otras fuentes. Es decir, no se pueden tener inversiones como un plazo fijo, ni un salario, ni un ingreso por trabajar por cuenta propia, y no se debe estar alcanzado por el impuesto a los Bienes Personales.
Si bien en el proyecto presentado no se contempla derogar o modificar los requisitos, sino mantenerlos tal como están, fuentes cercanas a Massa señalaron, que se está evaluando flexibilizar ese punto. “Ese esquema que indica que un peso que tenga en plazo fijo o en caja de ahorro le hace perder el beneficio al jubilado, se va a corregir”, dijo un asesor del diputado.
La deducción específica incrementada para los jubilados, que permitió que un grupo de ellos quedara liberado de la carga, fue creada por una reforma aprobada a fines de 2016 y se puso en vigencia en 2017; hasta entonces, los jubilados y pensionados pagaban Ganancias según los mismos parámetros aplicados a los asalariados. El criterio de ese cambio legal hecho hace algunos años fue despegar el tratamiento de los ingresos previsionales del que se le otorga a los sueldos de los trabajadores para que, al menos en algunos casos, la carga se alivianara. Lo que ocurriría ahora iría en el sentido contrario.
Según el tributarista César Litvin, en tanto que ya existe -en causas judiciales contra el cobro de Ganancias- la jurisprudencia referida al “estado de vulnerabilidad” de los jubilados que tributan, ahora podría sumarse en las demandas el argumento de la desigualdad en comparación con los asalariados.
Fuente: La Nación