El presidente Javier Milei participa este sábado en la asunción de Rodrigo Paz Pereira como nuevo jefe de Estado de Bolivia. El mandatario argentino viajó desde Estados Unidos, acompañado de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y del canciller Pablo Quirno.
La llegada de Paz al poder marca el fin de un ciclo de 20 años de gobiernos socialistas en el marco de la peor crisis económica del país vecino en cuatro décadas.
Milei ingresó al Parlamento boliviano y fue recibido por legisladores y autoridades. Paz Pereira representa un nuevo aliado en la región para el gobierno libertario luego de dos años de frialdad con la administración de Luis Arce, sucesor de Evo Morales, quien manejó el poder en Bolivia durante las últimas dos décadas.
Javier Milei en Bolivia con Karina Milei para la asunción de Rodrigo PazPresidencia
Para la Casa Rosada y la Cancillería, Paz Pereira representa la posibilidad de una “reconfiguración regional” para cambiar el color político e ideológico de la región. Esto se debe a que, hasta el momento, Milei estuvo en franca minoría.
Se trata de un adversario menos en el Mercosur, donde Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Yamandú Orsi, de Uruguay, componen un tándem ideológico del que antes formaba parte Arce.
Milie llegó al país tras una semana de actividades que incluyó la disertación en el America Business Forum en Miami y una visita de carácter espiritual a Nueva York. En Bolivia, la agenda del mandatario argentino incluye un breve apartado con el presidente entrante y la asistencia a la entrega del bastón de mando de Arce a Paz Pereira. Luego, regresará a Buenos Aires.
Javier Milei llega a la Asamblea Legislativa en La PazPresidencia
El presidente boliviano, de 58 años, fue recibido por legisladores y delegaciones internacionales con aplausos en el palacio legislativo boliviano en el centro de La Paz. Es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora y sobrino nieto del también exmandatario Víctor Paz Estenssoro. Su infancia transcurrió en diez países diferentes debido a la persecución política que sufría su padre, que se encontraba en el exilio.
Paz Pereira juró este sábado levantando la mano derecha ante la Biblia y una cruz. Su vicepresidente y exoficial de la policía Edmand Lara le tomó juramento. “Dios, familia y patria. ¡Sí, juro!“, expresó. Luego, recibió la banda y las medallas presidenciales. El nuevo mandatario inicia su administración tras ganar el balotaje de octubre con el Partido Demócrata Cristiano.
Su llegada cae durante una fuerte crisis económica provocada por la escasez de dólares y de combustibles. Arce había agotado casi todas las reservas de divisas durante su gestión con el objetivo de sostener una política de subsidios universales a la gasolina y al diesel. La crisis había afectado al transporte y la producción agropecuaria, lo que provocó una fuerte suba de los precios de los alimentos.
Rodrigo Paz saluda a sus partidarios después de que los primeros resultados lo mostraran como líder en las elecciones presidencialesNatacha Pisarenko – AP
Ninguna encuesta había anticipado la victoria de Paz Pereira, quien realizó una campaña modesta y no aparecía como favorito. Su triunfo se apoyó en los sectores moderados y aquellos que se encontraban desencantados con Arce y Morales. En la Asamblea Legislativa, su partido controla solo el 39% de los 166 miembros, lo que lo obligará a tejer alianzas con otras fuerzas.
Tras asumir la presidencia, el mandatario prometió que Bolivia “nunca más estará de espalda al mundo” y habló de un “capitalismo para todos”. Dijo que hará ajustes graduales para salir de la crisis y que repartirá el presupuesto entre el gobierno central y las nueve regiones del país en partes iguales. Su proyecto pone el foco en la formalización de la economía, la eliminación de trabas burocráticas y la reducción de impuestos.
“Nunca más una Bolivia aislada, sometida a ideologías fracasadas, ni mucho menos una Bolivia de espalda al mundo”, afirmó.
El presidente electo Rodrigo Paz se dirige a la Asamblea Legislativa para su ceremonia Freddy Barragan – AP
Paz Pereira ya tuvo un primer acuerdo con la Corporación Andina de Fomento que brindará un crédito de US$3100 millones para impulsar la recuperación económica. Además, adelantó que tendrá cooperación con las organizaciones internacionales en materia de seguridad. Esto incluye a la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que fue expulsada por Morales en 2008.
Además de Milei, están presentes el presidente de Chile, Gabriel Boric; de Ecuador, Daniel Noboa; de Uruguay, Yamandú Orsi; y de Paraguay, Santiago Peña. También se encuentra el vicecanciller norteamericano Christopher Landau.

