Policiales

Nuevo operativo sin éxito profundiza la incertidumbre sobre el destino de Manuel Alberto “Chucky” Sárate

Continúa la intensa búsqueda de Manuel Alberto «Chuky» Sárate en Aguilares, sin resultados concluyentes

Ya han transcurrido casi cuatro meses desde que se perdiera todo rastro de Manuel Alberto Sárate, conocido como “Chuky”, y las autoridades provinciales aún no logran dar con una pista certera que indique su paradero. Este viernes 13 de junio se llevó a cabo un nuevo operativo de rastrillaje en la ciudad de Aguilares, en el sur de la provincia de Tucumán. A pesar de los esfuerzos desplegados, la jornada finalizó sin resultados positivos, profundizando el misterio en torno al caso, que se ha convertido en uno de los más complejos y desconcertantes de los últimos tiempos en la región.

El procedimiento fue organizado por disposición de la Unidad Fiscal de Delitos Complejos del Centro Judicial de Concepción. La actividad se extendió desde las primeras horas de la mañana hasta las tres de la tarde, abarcando una superficie de alrededor de tres hectáreas. El lugar elegido para la inspección fue una zona con espesa vegetación, ubicada al final de la calle Larrea, donde se intersecta con el antiguo camino que conduce a Monte Redondo. La particularidad del terreno radica en que incluye estructuras en desuso como piletones de desagües cloacales pertenecientes a la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), lo que representó un desafío adicional para el personal interviniente.

Durante la jornada se desarrollaron operativos específicos, que incluyeron inspecciones casa por casa, recorridos por sectores de difícil acceso y búsquedas exhaustivas en los piletones abandonados. La esperanza de encontrar algún indicio, por mínimo que fuera, alimentó las expectativas de los equipos y la familia de la víctima, aunque una vez más, se vieron frustradas.

La coordinación del rastrillaje estuvo a cargo de la Jefatura de Zona 1 de la Unidad Regional Sur (URS). Participaron también efectivos de la Comisaría de Aguilares, integrantes de Defensa Civil, personal de Bomberos y agentes de comisarías de las localidades vecinas de Los Sarmientos y Alto Verde. Además, unidades móviles de diferentes dependencias y efectivos de la Policía Federal Argentina —específicamente del Cuartel del Aeropuerto Internacional de San Miguel de Tucumán— se sumaron al despliegue. En cuanto al aspecto judicial, el operativo fue supervisado por el prosecretario Patricio Reynoso.

Entre las autoridades policiales presentes, se encontraban el comisario principal Sergio Castro, a cargo de la Comisaría de Aguilares; el comisario general Marcos Barros, jefe de la URS; el comisario mayor Gustavo Garzón, segundo jefe de la URS; y el comisario inspector Sergio González, al frente de la Zona 1. A pesar del fuerte despliegue, el resultado del rastrillaje fue negativo. El parte oficial emitido al finalizar la jornada fue claro y contundente: “El rastrillaje concluye en su totalidad sin novedades”.

Desde el 23 de febrero, fecha en la que se lo vio por última vez, la familia de “Chuky” Sárate no ha cesado en su búsqueda. Su madre, Neli Soledad Sárate, denunció la desaparición formalmente el 25 de febrero y ha estado presente en cada nuevo intento de hallazgo, aguardando respuestas que no llegan. En declaraciones recientes a medios locales, expresó con dolor: “Parece que se lo ha tragado la tierra. No sabemos nada. Las pericias no dieron resultados y seguimos esperando”.

En un principio, la investigación fue tramitada por la Unidad Fiscal de Usurpación, Estafa y Cibercriminalidad. Sin embargo, debido a la creciente complejidad del caso y a la multiplicidad de líneas investigativas abiertas, fue transferida a la Unidad de Delitos Complejos, que aún no descarta ninguna hipótesis.

Desde que se formalizó la denuncia, se realizaron numerosos procedimientos que incluyeron allanamientos, revisión de grabaciones de cámaras de seguridad, entrevistas a testigos y tareas de campo en distintos puntos del sur tucumano. Se rastrillaron basurales, campos de caña, zonas rurales, descampados y caminos entre las localidades de Aguilares y Alto Verde. No obstante, todas estas medidas investigativas han sido infructuosas hasta ahora.

A pesar del escenario adverso y la falta de indicios sólidos, las autoridades han reiterado su compromiso con la continuidad de las acciones de búsqueda. Por su parte, la familia de Sárate insiste en que no cesarán hasta conocer la verdad y que las investigaciones deben intensificarse. “No vamos a parar hasta saber qué pasó con mi hijo”, reiteró su madre en más de una ocasión.

La desaparición de Manuel Alberto “Chuky” Sárate representa no solo un doloroso enigma para sus allegados, sino también un desafío institucional que expone las dificultades estructurales para abordar este tipo de casos en zonas con una geografía densa, caminos intransitables y situaciones sociales vulnerables. La angustia crece día a día, al igual que la necesidad de respuestas concretas.

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