Ayrton Costa, otra vez figura: solidez defensiva, otro gol clave y el mimo de Riquelme desde el palco

Ayrton Costa volvió a tener una actuación destacada en la zaga de Boca. El partido con Argentinos fue, como se esperaba, muy complicado, más allá de la victoria por 1 a 0. Y él pudo romper el empate en cero con un gol rápido que alteró el desarrollo del juego y contribuyó a que el Xeneize logre clasificarse a las semifinales del torneo Clausura, en donde enfrentará a Racing o a Tigre.

Y entonces, llegó lo infrecuente. En medio de la charla con la TV destacó: “Estoy contento porque me llamó El 10″. “El 10″ no es otro que Juan Román Riquelme, el presidente de la institución y uno de los máximos ídolos de la historia.

Fue Riquelme quien más insistió para que Costa llegue a la institución que él conduce. Y entonces, como sabe que fue un gran acierto, cada vez que el defensor tiene una tarea destacada se lo hace saber. Lo quiere. Lo mima.

El de anoche fue el tercer tanto suyo desde que llegó al equipo xeneize, y el segundo en tres partidos, y tan determinante como el que le marcó a Tigre hace dos semanas.

Más allá de ese gesto de cariño, Ayrton destacó el trabajo del equipo. “En el primer tiempo merecimos hacer tres goles, le taparon uno a Milton y otra más. Ellos tenían la pelota, pero fuimos superiores en todo momento“, aseguró.

No es la primera vez que el presidente de Boca elige ese gesto directo, casi íntimo, para reconocer a un futbolista. En 2023 lo había hecho con Exequiel Zeballos después de un partidazo ante Platense. En agosto de 2025, con Edinson Cavani, tras su regreso al gol contra Banfield. Siempre la misma reacción: sorpresa absoluta del jugador, descolocado ante la voz del máximo ídolo del club sonando desde un teléfono en plena cancha.

Ayrton Costa, con Juan Román Riquelme, durante su presentación como futbolista de Boca@ayrtoncosta32

Esta vez fue el turno de Costa, autor del único gol del partido, que nació de un córner de Leandro Paredes, siguió con un remate de Miguel Merentiel y terminó en el rebote que el central empujó tras una tapada de Alan Sosa. Un gol de área chica, de defensor atento, de equipo que sabe que los partidos decisivos también se ganan desde la insistencia.

Más tarde, ya en la zona mixta de la Bombonera, amplió en diálogo con El Canal de Boca: “Me llamó Román y me felicitó por el partido que hice y por el partido que hicieron mis compañeros. Me pone muy contento, con mucha alegría. Me siento orgulloso de que me llame Román para felicitarme”.

Costa recibió la confianza del cuerpo técnico desde el primer día. Miguel Ángel Russo lo esperó cuando todavía debía resolver su problema con la visa para ingresar a Estados Unidos y sin entrenamientos con el grupo dispuso su titularidad en el Mundial de Clubes, aun cuando llegó sobre la hora y relegó a un referente como Marcos Rojo.

Costa se la juega en una disputa aérea con Andrea Belotti, de Benfica, durante el Mundial de ClubesRebecca Blackwell – AP

Después vino el golpe físico: un desgarro importante que lo sacó de escena durante varias semanas. Más tarde, todo volvió a la normalidad: otra vez titular, otra vez figura. Desde entonces, Costa sumó minutos, rendimiento y goles: lleva 12 partidos y anotó dos en los últimos tres, números impensados meses atrás para un defensor que llegó sin cartel y hoy se afirma como titular en la zaga junto a Lautaro Di Lollo.

Sabemos la pegada que tiene Lea en los tiros libres y córners, siempre va a quedar una y hay que aprovecharla”, explicó Costa sobre el gol decisivo. Y amplió la lectura colectiva: “Tenemos un gran equipo. Son todas finales las que vienen y hay que ganar como sea”.

Ahora Boca espera rival en semifinales, que saldrá del cruce entre Racing y Tigre. Para Costa, esa incógnita es secundaria. “Estamos preparados para lo que sea”, resumió, sin vueltas.

A Boca se lo ve sólido, con seis victorias consecutivas sacó chapa de candidato. Hubo un clibc interno y se nota en el campo. En relación a eso, hace unos días Costa le compartía con LA NACION: “El equipo está muy unido, nos juntamos una vez a la semana a comer lo de Leandro (Paredes). Él cuando llegó, lo primero que hizo fue juntar el grupo, hablarnos, reunirnos. Eso le hace bien a la convivencia, el grupo mejoró y se está notando mucho dentro de la cancha”.

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